Breve Historia Institucional
En la “pampa gringa”, se encuentra ubicada la ciudad de Bell Ville, antigua Posta de Fraile Muerto que se situaba sobre la ruta del Camino Real, actualmente en el Sudeste de la Provincia de Córdoba. Cuna de la invención de la pelota de fútbol sin tiento, con la que se juega al futbol en la actualidad, motivo por el cual recientemente fue declarada “Capital Nacional de la Pelota de Fútbol”
De la Sociedad bellvillense surgieron importantes personalidades como Hilario Ascasubi, Francisco Tau, Ponciano Vivanco, Rubén Márquez, Polo, Tossolini y Balvonesi, Artemio y Henry Arán, Martín Malharro, Alberto Pío Cognini, Magdalen Liddle, Elio Zarini, Mario Alberto Kempes, Sandra Myrna Díaz, como tantas otras destacadas figuras de la política, la ciencia, las letras , el deporte y las artes. Entre todos ellos surge además la figura del artista plástico Enrique Vinuesa, referente cultural de toda una época.
La Escuela Superior de Bellas Artes “Fernando Fader”, originalmente “Academia de Bellas Artes”, fue impulsada en el año 1942, por él quien había egresado como Maestro de Dibujo y Pintura de la Academia Provincial de Bellas Artes “ Dr. J. Figueroa Alcorta” de Córdoba Capital, y quien hace las gestiones ante el Diputado provincial “Lafourcade”, obteniendo el decreto de creación de la Academia de Bellas Artes en Bell Ville, un 9 de Junio de 1942, donde además se promovieron el nombramiento de los Profesores de Pintura y Escultura, con los Decretos Nº 47797 sobre la Provisión de cargos y 48073 sobre el tribunal examinador. Es en ellos donde aparecen las designaciones de los Señores Enrique Vinuesa y Horacio Suárez Serral, como profesores de Dibujo y Pintura y Dibujo y Escultura, respectivamente, siendo también nombrados, con carácter Honorario, el Maestro Enrique Vinuesa como Director y el Prof. Horacio Suárez como Secretario . Estos dos hombre idealistas y visionarios llevaron adelante solos esta titánica tarea, durante cinco difíciles años, abriendo caminos para la Enseñanza del Arte en Bell Ville y toda la región.
Primaron como objetivos, además de la organización de la academia, incentivar las aspiraciones de jóvenes atraídos por el arte, procurando el desarrollo de su sensibilidad estética y el acercamiento a técnicas específicas de la expresión artística: Dibujo, Pintura, Modelado, Croquis. Luego se agregará el estudio de Anatomía, más tarde el Taller de grabado y el dibujo lineal.
En el año 1943, se elige al Pintor argentino “Fernando Fader”, quien fuera un artista plástico de gran prestigio en esa época, para denominar a nuestra “Academia”. Se promueve desde el ambiente de ésta, la creación de una biblioteca escolar sobre arte y artistas, y la creación de un Museo Municipal de Bellas Artes.
La primera casa que albergó a este grupo de jóvenes entusiastas estuvo ubicada en la segunda cuadra de la Calle Hipólito Yrigoyen. Todavía se recuerda que era una vieja casona con grandes habitaciones de pisos de madera crujientes que se reunían alrededor de una sala central. Una vieja escalera de chapa simulaba subir hacia espacios inexistentes. Numerosas lámparas con luces amarillentas iluminaban algún florero o el infaltable muñeco de madera.
En 1955 Se Crea el Plan de Estudios «Maestro de Dibujo» con materias como: Historia del Arte, Geometría, Dibujo y Composición Decorativa.
En 1964, se otorga el título “Maestro de Artes Plásticas”, modificándose el plan según la estructura curricular de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Córdoba, incorporándose nuevos profesores de aquella ciudad y de Rosario.
Años más tarde se incorporarían los “Talleres Infantiles”, los “Talleres de Adultos”, “Decoración de Interiores” y “Dibujo Publicitario”.
Por problemas edilicios la Escuela debe mudarse a una nueva casa y se traslada a la primera cuadra de la calle Alem. Allí los espacios eran más bajos y pequeños, y con poca luz natural pero intimistas y muy acogedores para continuar recibiendo cientos de alumnos que atraídos por el arte se formaron en sus aulas.
Sin lugar a dudas el año 2001, marco un antes y un después para la histórica Escuela de Bellas Artes porque se trasladaría a su propio y definitivo edificio donde funciona actualmente, en una edificio de grandes aulas, muy iluminadas, con amplios espacios para talleres, y emplazada en un contexto único frente a las márgenes del Río Ctalamochita rodeado por una importante vegetación. Este sueño se completó, siguiendo los ritmos de la transformación educativa, elevando sus enseñanzas de Nivel Medio a Nivel Superior, e incorporando nuevas ofertas educativas como el “Profesorado de Artes Visuales” y las “Tecnicaturas Superiores en Diseño de Interiores y en Artes Visuales”, otorgando títulos Oficiales con Validez Nacional. Años después llegaría la designación actual de Escuela Superior de Bellas Artes “Fernando Fader”.